Vivienda unifamiliar en el Cortijo, Telde

Ubicación
Camino del Cortijo de San Ignacio, parcela 263 (i80). 35432 Telde
Año de terminación
2019
Superficie total construida
813,76 m2

Arquitecto
Fernando Briganty Arencibia
Arquitecto
Efrén González Rodriguez
Arquitecta
Carolina Ruiz Domínguez
Arquitecto
Víctor Rodríguez Mendoza
Arquitecto
Daniel Almenara Vera
Delineante
Mario Alejandro Santana
Arquitecto técnico
Alfredo Santiago Moro
Constructor
José Castro Suárez
Promotor
Particular

Memoria

La idea inicial para esta vivienda unifamiliar situada en la Urbanización El Cortijo, Telde, de la isla de Gran Canaria, es la de crear una gran cubierta que generara un lugar en sombra, sobre la loma verde donde se ubica, que permita disfrutar de las suaves temperaturas de esta zona de la isla, de las amplias vistas sobre el barranco donde se ubica, y del mar, al fondo.

El enclave y la relación con el entorno fueron determinantes en la configuración del volumen y la distribución de los usos. La vivienda se desarrolla en tres plantas, y cada una de ellas establece una relación con vacíos de diferentes escalas, y diferentes grados de intimidad.

La planta de acceso aloja los espacios de relación esparcimiento y reunión, albergando la cocina-comedor y salón. Estas estancias, de gran altura, buscan fundirse con el espacio libre de parcela.

Para ello se recurre a grandes paños de ventanales correderos que permitan la máxima apertura al jardín en planta baja. Se consigue así la conexión sin transiciones entre los espacios. El salón en el corazón de la casa, y el comedor, en el ala norte, se expanden hacia el jardín, y éste forma parte de estos espacios. La flexibilidad de uso de estos grandes ventanales funde interior/exterior y permite disfrutar de la sombra, el aire, la luz y los aromas del jardín en esa planta, que funciona como un gran hall.

Anexo al salón, al sur, y con acceso directo desde él, cobijada bajo la gran cubierta, la piscina climatizada se extiende dentro de una caja de cristal. Este volumen transparente llega a difuminarse completamente mediante el plegado de las hojas, fundiendo la piscina con el jardín, y reforzando la idea de espacio flexible.

Se multiplican así las posibilidades y oportunidades de uso de este gran hall, que se usa cerrado, abierto, parcial o totalmente, según las necesidades, momentos del día, épocas del año, momentos íntimos o reuniones familiares.

Los elementos a destacar en esta planta como conectores espaciales son una gran chimenea de piedra, que separa salón y piscina, dando calor a ambos, y una escalera “que flota”, generando una doble altura, anexa a un muro cortina, que se eleva frente al jardín interior, en la planta -1.

La planta -1 alberga garajes, y un conjunto de estancias diseñadas entorno a un jardín interior. Este vacío bajo rasante, atravesado por una gran palmera, funciona como pulmón de esta parte de la casa, proporcionándole luz y ventilación a las estancias que lo rodean, así como la posibilidad de contar con un espacio abierto, que se funde con el espacio interior. De nuevo grandes ventanales de suelo a techo se convierten en conectores de espacios interiores y exteriores, proporcionando flexibilidad, apertura o privacidad según las necesidades de uso de las estancias.

El gran hall que constituye la planta baja da acceso también, mediante la escalera flotante, a la planta alta, donde, el volumen de la gran cubierta, aloja los dormitorios, y el área más privada de la casa. En esta planta, se utiliza la altura para conseguir intimidad y los grandes ventanales de despachos, dormitorio y baño proyectan las vistas al paisaje lejano.

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