Remodelación del ‘Colegio Brains’ en Camino de la Angostura, Telde

Ubicación
Camino de la Angostura 2, Carretera de la Pardilla km 17. 35213 Telde
Año de terminación
2018
Superficie total construida
3.713 m2

Estudio
Romera y Ruiz Arquitectos
Arquitecto
Pedro N. Romera García
Arquitecta
Ángela Ruíz Martínez
Arquitecta colaboradora
Carlota Ardanaz Petit
Arquitecta colaboradora
Yudit Barreto Martín
Arquitecta colaboradora
Paula Cabrera Fry
Arquitecto colaborador
José M. López Cabrera
Arquitecta colaboradora
Rosalba Santana González
Ingeniero
Marco Díaz Bertrana-Sánchez
Ingeniero
Constantino Juan Gonzalvo Ortíz
Arquitecto técnico
José L. Vecino Morales
Promotor
Colegio Brains SL
Constructor
Grupo Pérez Moreno SL

Memoria

La parcela situada al margen sur del Barranco Real de Telde, de 17.120 m2 y atravesada por el Barranquillo de la Angostura, se caracteriza por su forma alargada, por su relieve y concavidad, propios del barranquillo que contiene.

Existen tres edificaciones, “la casona”, vivienda tradicional, vinculada al pasado agrícola de esta parcela, edificación recogida en el catálogo de patrimonio histórico municipal, Módulo A. En su parte posterior existía un aulario que corona, entre barrancos, y remata el lindero a levante, Módulo B. Frente a estas edificaciones existía otra más reciente de una altura. El conjunto acumula un desnivel de 10m desde el acceso hasta el patio frente al módulo C.

Esta variedad y diversidad edificatorias y morfológicas se suman a las exigencias de cumplir con el programa educativo exigido por normativa para centros docentes que imparten enseñanzas de secundaria y bachillerato. El proyecto atiende esta diversidad dando respuesta específica las acciones cometidas en cada edificación, presta especial atención a las conexiones entre edificaciones, generando nuevos espacios de transición entre ellas, que dotan al conjunto de mayor cohesión, mejoran la accesibilidad, permiten recorridos alternativos y sectorizar, en caso de necesidad cada edificación con sus espacios libres y patios. Esto permitió que se habilitara parte del colegio mientras continuaban las obras en otro módulo.

El aulario en disposición lineal alojado en el módulo B, se remata con un patio longitudinal. El modulo A, preside el acceso peatonal del colegio, devolvemos el protagonismo al patio interior. El módulo C, se amplia en dos alturas, pese a ser la edificación de mayor volumen, no se percibe como la protagonista en el conjunto, dada su posición y la disposición de un paño de carpintería de vidrio y aluminio que refleja la casona. Siendo la escalera que lo remata en uno de sus extremos, la que preside el patio deportivo. Solo en el interior de este módulo se perciben sus verdaderas dimensiones, al despojarse del contexto, el interior expresa su condición espacial y justifica su disposición volumétrica y de envolvente exterior.

El conjunto forma un paisaje completo, propio de las medianías de la isla, taludes ajardinados con aeonium, verodes y tabaibas, diferentes estratificaciones, rampas y desniveles conectados por piezas que además de permitir la comunicación entre las partes, son pequeños lugares de estancia donde pasar el recreo. Estos espacios, de trazas casi escultóricas, singularizan este nuevo colegio.

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