‘Naked House’ en la calle Simancas, Las Palmas de Gran Canaria

Ubicación
Calle Simancas 55. 35010 Las Palmas de Gran Canaria
Año de terminación
2019
Superficie total construida
160 m2

Estudio
Xstudio
Arquitecto
Ancor Suárez Suárez
Arquitecta
Leticia Romero Hernández
Arquitecta colaboradora
Marta Hernández Lladó
Arquitecto colaborador
Borja Pajuelo Cabrera
Constructor
Construcciones MFV SL
Promotor
Particular / Great SL
Carpintería
Carpintería Ángel Benítez SL
Fotografías
David Rodríguez
Fotografías
Xstudio

Memoria

Guanarteme, histórico barrio obrero de Las Palmas de Gran Canaria, se ha convertido en los últimos años en la zona de mayor especulación inmobiliaria de la ciudad. Este crecimiento desaforado ha provocado la desaparición paulatina del tejido edificatorio que caracterizaba al barrio hace no tanto tiempo, conformado eminentemente por humildes viviendas de autoconstrucción.

El proyecto, que aborda desde un ejercicio de mínimos la reforma interior de una de estas viviendas, se plantea como una oportunidad para poner en valor otra forma de hacer arquitectura, muy alejada de las prácticas predominantes determinadas  por la especulación inmobiliaria.

La vivienda original, no presentaba un especial valor arquitectónico, más allá del que le podía otorgar el contexto histórico y cultural mencionado.

La casa, construida en dos fases, contaba con un pequeño patio absolutamente infrautilizado, pero que tenía potencial para convertirse en el centro neurálgico del edificio.

El nuevo programa acoge el uso de estudio de diseño en planta baja, vivienda en planta primera, y área de esparcimiento en cubierta. La intervención se afronta desde una apuesta clara por recuperar lo existente como estrategia para conformar un nuevo espacio doméstico, trabajando desde la austeridad de medios, tanto materiales como económicos.

Dentro de este planteamiento, la primera decisión consiste en conectar los distintos niveles desde la sección, con el patio como vacío vertebrador del volumen, al que se vuelcan las estancias. Se amplían los huecos existentes, favoreciendo la aparición de nuevas conexiones visuales y propiciando que la vivienda se pueda volcar al interior. Asimismo, el edificio se abre cenitalmente mediante la inserción de tres lucernarios que propician una nueva relación con el exterior, dirigiendo la mirada al cielo y multiplicando la entrada de luz natural.

En cuanto a la definición material se desnuda el interior, dejando a la vista materiales y técnicas de la construcción original. De este modo, el edificio se convierte en una especie de radiografía constructiva, donde losas de hormigón, paredes de carga de ladrillo silicocalcáreo, muros “cajón” y huellas de antiguos alicatados configuran un nuevo paisaje interior, en el que la incidencia de la luz realza texturas y relieves. A esta nueva piel, se añade, como una capa superpuesta, el trazado de las nuevas instalaciones, remarcando así la independencia entre lo existente y lo añadido, para lo que además se apuesta  por una escueta paleta de materiales: madera de pino para mobiliario y nuevas carpinterías, y hormigón fratasado en las zonas donde no pudo ser conservado el existente, generando una dualidad material entre el nuevo suelo y el techo original.  

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