Memoria
House W
La vivienda se ubica en la cornisa que forma el Paseo de San Antonio, asomándose hacia la Bahía del Puerto de La Luz y Las Palmas, como una gran ventana a la ciudad.
La propuesta de adecuación de la vivienda existente pretende potenciar esta condición de vivienda mirador, convirtiendo las vistas en paisaje permanente de la actividad doméstica.
La distribución en planta se configura como un rectángulo en el que el lado largo es el que se abre hacia las vistas, el acceso es en el eje del lado largo trasero dividiendo en dos zonas la planta en su fachada trasera donde se ubica el dormitorio y el cuarto de baño y un único espacio de salón, comedor y cocina abierta que se abre hacia la ciudad.
Dentro de esta lógica, todas las estancias vivideras dirigen su mirada al exterior. La propuesta se fundamenta de manera que las dos estancias principales de salón-cocina-comedor y dormitorio puedan conectarse visualmente al abrir las puertas correderas interiores y de esta manera generar un espacio único con estancias versátiles que de igual modo se pueden cerrar aislando el espacio de noche del espacio de día.
La idea se enfatiza al compactar en una “caja” el cuarto de baño y un paño de almacenaje y zona de lavado en el frente de la caja hacia la cocina. Este volumen cuenta con el mismo tratamiento que la cocina, una caja de color que se refuerza en su interior al tener el mismo tratamiento cromático para el cuarto de baño.
El frente de la cocina configura conjuntamente con la división del dormitorio el límite de la zona de estancia entendiéndose el resto del espacio como una superficie única y fluida que genera un entorno diáfano y luminoso.
Para ello se fragmenta el cierre entre salón y dormitorio que se reemplaza por un encuentro en esquina acristalado con unas puertas correderas interiores opacas para preservar la intimidad de la zona privada y una contraventana de fresno natural circular tipo ojo de buey que refuerza la conexión entre ambos espacios así como la ventilación del dormitorio.
La formalización del espacio se remata con el mobiliario que, funcionaliza y caracteriza las distintas zonas sin querer delimitar estancias sino zonas de uso. Se diseña un mobiliario de líneas depuradas, fresco y potente que aporta carácter al espacio. Todo ello sobre una tarima en espiga que aumenta la sensación de multiplicar el espacio.
Ubicación