Memoria
Una sala de entrenamiento personalizada con cierta sofisticación, esa es la premisa con la que partimos. Un despacho donde trabajar el cuerpo y la mente.
Los clientes jóvenes y deportistas con gran gusto por el diseño cuentan en ese momento con un presupuesto limitado.
Son atrevidos y buscan que el color tenga una presencia notable en el espacio. Falsos techos en su justa medida ayudan a canalizar instalaciones además de crear una piel que reviste paredes y forjado de una forma muy sutil.
Tres colores, rosa,verde y gris se mezclan dando un fuerte carácter al espacio.El mobiliario diseñado específicamente para este local se funde con las paredes dejando hornacinas donde la propia toalla será un elemento decorativo.
Buscábamos destacar el cubo la única pieza construida y para ello lo separamos del forjado y dejamos que la luz enmarcara y los falsos techos dieran más presencia aun a ese elemento.
Ubicación