Memoria
El objetivo del proyecto es el de reformar por completo un apartamento de 40m² ubicado en un antiguo edificio de alojamientos turísticos en una calle perpendicular a la Playa de las Canteras, en las isla de Gran Canaria. En su estado original el apartamento se presenta como una pastilla alargada con el baño y la cocina situados en la entrada y el resto del espacio cumpliendo la función de dormitorio.
El objetivo principal del proyecto es convertir “la habitación de hotel” en un espacio multifuncional, cambiante en su uso, que pueda albergar todas las necesidades de una vivienda. Para ello, primero se libera el espacio, a continuación se introducen dos módulos de carpinterías adosados a las paredes y finalmente se plantea una iluminación en dos niveles.
1. El espacio se libera a partir de eliminar todos los tabiques y las carpinterías existentes. El baño se mantiene en su ubicación original por exigencias constructivas y se le abre una ventana al espacio liberado para permitir la entrada de luz natural.
2. Una vez generado el espacio, se introducen los dos elementos principales del proyecto: «el módulo de día» y «el módulo de descanso». El módulo de día es un volumen longitudinal de carpintería de madera lacada de blanco que va desde la entrada hasta la fachada del apartamento y que alberga la cocina, el salón y los armarios de almacenaje. El módulo de descanso es un volumen que alberga una cama abatible, también de madera lacada de blanco, que se encuentra oculta la mayor parte del tiempo, liberando así el espacio para que se desarrollen las distintas actividades de la casa. Ambos módulos se colocan en los paramentos ciegos del apartamento y, junto con las puertas y dinteles, dibujan una línea a 2,10 metros de altura que recorre toda la vivienda. Este espacio único es el que engloba todas las necesidades de la casa: cocina, comedor, salón y dormitorio, dependiendo de qué uso se le dé a cada módulo en cada momento del día. La casa tendrá así una cocina, un comedor, un salón y un dormitorio de 25m² útiles con vistas al Océano Atlántico.
3. La iluminación se plantea en dos niveles. El primer nivel unifica la lectura de la vivienda como un espacio unitario, a través de tres líneas de luz indirecta alojadas en el falso techo. El segundo nivel, en cambio, identifica cada una de las funciones de la casa. Se aloja en los módulos y alumbra de forma independiente las distintas actividades del día. De esta manera, el módulo de día permite iluminar la cocina y el salón de forma independiente, mientras que la iluminación del módulo de noche, una vez desplegada la cama, crea el dormitorio y transforma los estantes en mesas de noche.
Ubicación